Va a ser ésta una nueva entrada a mi blog, primeramente de recuerdo para siempre a mi paciente y amiga Marlise, de consuelo para toda su familia, en especial para su hija Patricia y su esposo.  No tengo palabras para expresar mi sentimiento y emoción de tristeza y desconsuelo, cuando nuestra común amiga Monique me comunicó tu deceso. Sabía de tu grave enfermedad, pero nos engañaste a todos con tu ida al Paraíso, en especial a mí. Te diré porqué: te vi radiante, feliz, muy contenta, junto a Patricia y el resto de amigos que acudieron a la presentación de mi libro, el día de la fiesta de la Virgen del Carmen del Pto. de Andratx. Lo cierto: no había tenido tiempo de revisar las fotos realizadas; son muy demostrativas y significativas. ¡Cuida de tu familia y de todos nosotros, desde el Cielo!

 

 

 

 

 

 

 

En estos momentos es importante para todos nosotros no olvidar lo fundamental, en cuanto a lo que sucede y conmemoramos en Navidad. Aprovecho para ello un artículo de José Muñoz Negro; diario Granada Hoy. Opinión. La Tribuna, 23-XII-12, p. 4:

…el Espíritu de Dios sigue soplando desde siempre.

El creyente en Dios considera que lo que estamos viviendo no es lo definitivo, sino que el Espíritu de Dios se sigue haciendo presente en la historia. El Dios de la historia sigue naciendo en nosotros. Sólo que tal vez buscamos donde no puede estar, miramos el lugar erróneo. Lo buscamos en lugares sacros y bien hallados, cuando resulta que el Espíritu sopla donde quiere y no donde nosotros lo esperamos.

En definitiva, dando por conocida por todos la grave situación mundial, no sólo económica, sino sobre todo moral y de ataques continuos al cristianismo, que desgraciadamente finalizan en la persecución y asesinato de muchos cristianos; y junto al Papa Benedicto XVI (utilizando sus mismas palabras) me atrevo a denunciar la transgresión de los derechos Humanos en muchos lugares de la Tierra:

¡Qué brille la luz de la Navidad donde se atropellan los derechos de las personas!