Poco, por no decir nada, se ha hablado tanto en la campaña pre-electoral como en la electoral propiamente dicha que finalizará en unos cuatro días con las elecciones generales de 23 de julio de 2023. Ni Alberto Núñez Feijoo, ni Pedro Sánchez se han extendido en sus propuestas referentes a la vida, a la libertad de conciencia, a la educación, a la libertad religiosa, libre elección de la atención sanitaria deseada. Está meridianamente claro: el elector si decide, a la hora de depositar el voto en la urna, a quien negarle el voto o a quien dárselo, tendrá muy en cuenta semejante dilema; elegirá entre quien es el auténtico negacionista y quien va a suprimir las leyes de la eutanasia y de educación, respetando la libertad de conciencia de los médicos y de los padres.