¡Felicidades a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y al Padre Miguel Pajares!

Su dignidad, enorme humanidad, fe, esperanza, entrega y amor hacia sus semejantes, vida ejemplar y heroicidad (propia de los Hnos. de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y otros misioneros de África y todo el mundo) están fuera de toda duda para la mayoría, porque lo han dado, dan y lo darán todo sin esperar nada a cambio y en última instancia incluso su vida por los pobres, los marginados, los enfermos, los más necesitados de la tierra, como sucedió con la muerte del Padre Miguel Pajares quien era un hermano más de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, siendo de lamentar asimismo la de Chantal Motwameme y George Combey a causa de haber padecido  la infección por Ebola atendiendo a los nativos ya contagiados o enfermos terminales por la misma enfermedad.

Gracias a los hermanos de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, concretamente al padre M. Pajares y otros muchos misioneros, en todo el planeta, por ser personas anónimas plenas de amor hacia los más desarraigados, los más pobres, los perseguidos de la tierra, a quienes han instruído, educado e intentando procurar alguna ocupación muchas veces imposible, ayudado y curado enfermedades, acompañándoles en la persecución, en la muerte, procurándoles un soporte espiritual si así lo han deseado e igualmente a quienes han continuado con sus creencias seculares, sin discriminación alguna.

Eterna gratitud, homenaje sentido, siempre y en especial el día de la celebración de la fiesta -todos los años el 8 de marzo- del patrón de Granada San Juan de Dios, patrón asimismo de los enfermos, bomberos y enfermeros, a quienes en los lugares más remotos y recónditos de la tierra ponen en peligro su vida permaneciendo al servicio de los más necesitados e incluso mueren por ello; valga como ejemplo el que nos ocupa, u otros repletos de grupos terroristas que campan a sus anchas con total impunidad, brutalidad y salvajismo como el conocido grupo Boko Haram; estos héroes anónimos, ejemplares, henchidos de amor, fe y humanismo cristiano están dispuestos a permanecer con ellos durante muchos años, a no abandonarles y dar su vida si es preciso, como ha ocurrido con el Padre Miguel, los hermanos de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en muchas ocasiones (todos recordamos la guerra civil española como lamentable y trágica para muchos hermanos, mártires, que dieron su vida por su fe y amor a los más necesitados) y otros muchos cristianos.

Solamente la fe, el amor al prójimo del Cristianismo, de la Iglesia Católica, la entrega de personas como el PADRE MIGUEL PAJARES, LA ORDEN HOSPITALARIA DE SAN JUAN DE DIOS, OTRAS ÓRDENES RELIGIOSAS y los COOPERANTES CREYENTES hace que podamos afirmar con total satisfacción y orgullo: CONSTITUYEN LA MAYOR ORGANIZACIÓN NO GUBERNAMENTAL (ONG) DEL PLANETA, avala esa realidad -valga como uno de los ejemplos de otros muchos que pueden ponerse- la existencia de alrededor de 600 lazaretos dedicados a la  curación de la lepra (más de 20.000 personas) y el ofrecimiento de su vida por los más necesitados, ¡TODO ELLO A CAMBIO DE NADA!

POSTDATA. El amor cristiano

Si no tengo amor, nada soy. Si no tengo amor, de nada me sirve. El amor todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo aguanta. No pasa jamás, vive para siempre. Ahora subsisten la fe, la esperanza, el amor; pero la más excelente de todas es el amor (1 Cor 13, 13)