Me complace sobremanera, quiero destacar, me adhiero a ella, la defensa y reconocimiento de la excelente profesional del periodismo en Mallorca Mayte Amorós por el Dr. de El Mundo de Baleares Agustín Pery, cuyo valiente, destacado y meritorio trabajo ha sido la de intentar descubrir todo lo que «huele mal» en relación con la denominada «caja de resistencia»: recaudación de fondos de dudosa procedencia, al parecer en donativos de grandes cantidades, no precisamente procedentes ni de los padres de alumnos a título personal, asociaciones o docentes (ya fuera individualmente o de asociaciones o sindicatos) con motivo de la huelga en contra del TIL (Tratamiento Integral de las Lenguas).

Sin entrar en los detalles, como cualquier otra campaña de acoso, persecución y derribo contra cualquier víctima potencial o real de hostigamiento o acoso moral y/o psicológico se han utilizado el menosprecio, el ninguneo, la humillación, las medias verdades, mentiras o falacias y no pocas injurias. Enorme delito el de Mayte: investigar los hechos e intentar ajustarse a la verdad con datos objetivos. Es de resaltar la importantísima y notoria defensa de A. Pery en su artículo dominical «Ahora que estamos solos», en su página de OPINIÓN de EL MUNDO, el día 20-X-2013, titulado «Hechos» a la citada periodista en contraste y frente a la paradójica, sorprendente, rayana en el ataque y  falta de respeto, la no deseada, inconcebible e increíble actitud de sus propios compañeros de profesión de otros medios de comunicación, evidentemente en nada parecida a la de los de El Mundo de Baleares, sino todo lo contrario: apoyo y defensa de la compañera victimizada. El colmo de los despropósitos y de la desfachatez ha sido no haber contado asimismo en ningún momento con el idéntico, lógico y deseable  apoyo y defensa del Sindicato de Periodistas de las Islas Baleares (SPIB), que a modo de unos «testigos mudos» más, haciendo uso del silencio no la han defendido. Por fortuna, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España sí lo ha hecho.

Vaya mi rechazo y denuncia para todos aquellos que de un modo u otro se han comportado como auténticos «monstruos», formando el denominado «grupo perverso» junto a los «testigos mudos», que de modo secular y en muchas otras ocasiones, habitualmente, se comportan, tanto los acosadores como quienes lo permiten en silencio (idéntico al también propio de los antedichos «testigos mudos»), en frase textual de A. Pery, estableciendo y llevando a cabo una auténtica persecución en contra de Mayte Amorós: «Víctima de una jauría en la que las dentelladas más dolorosas e injustas han venido de quienes tenían que haberla defendido». Mi felicitación al Director de El Mundo de Baleares por ser fiel a la estadística y comportarse como lo que vengo defendiendo en mi libro / ensayo «Los monstruos del trabajo», formando parte del porcentaje (85%) de personas y trabajadores, ya sean directivos o no, quienes tienen una excelente conducta con las personas respetando la verdad, su integridad moral y su dignidad, no permitiendo (tolerancia cero) ninguna forma de persecución o acoso moral, psicológico o laboral.

Por último, a quienes manipulan, persiguen, acosan y, lo más grave, hacen del silencio su norma (porcentaje restante del 15%) recordarles una cita muy reciente del Ex-presidente del Gobierno de España José María Aznar, muy oportuna a este respecto: «El silencio puede dañar la verdad, tanto como la mentira misma».