LA TRAICIÓN DE CIUDADANOS ES LA MISMA TRAICIÓN QUE LA EFECTUADA EN SUS PROPIAS FILAS DESDE HACE UNOS AÑOS

No era mi intención contarlo, pero no sólo en mi condición de demócrata cristiano con las ideas claras sobre la necesidad inevitable, ineludible en todo humanista cristiano sobre la prioridad y necesidad de ayudar de todas y en todas a quienes más lo necesiten (reforma del centro de día y creación de una residencia de ancianos en Andratx) y, por encima de todo, tras lo sucedido al prestar su apoyo al «gobierno Frankenstein» de España y traicionar a sus compañeros de viaje del PP. No tengo más remedio que explicar a mis conciudadanos de Andratx el porqué de referirles la realidad de lo que sucedió poco antes de las últimas elecciones autonómicas y locales: ciertamente caí en las redes de la ilusión -seguramente errónea a la vista de lo que ocurrió- cuando algunas voces locales me insinuaron y animaron para que formara parte de las filas de Ciudadanos; la ilusión no era poca sino todo lo contrario, pues quedé sorprendido por los movimientos de algunos para conseguirlo. Para quienes me conocen bien, fue del todo imposible esa colaboración, referida a Asuntos Sociales, Sanidad y Bienestar Social, fruto de mi secular no afiliación a agrupación o partido alguno o mi nulo posicionamiento solicitando figurar omo independiente integrado en la futura lista de Ciudadanos en las antedichas elecciones, porque jamás durante toda mi estancia en Andratx y hasta hoy he estado afiliado a ningún partido dada mi condición de servicio a «TODOS SEAN DEL COLOR QUE FUERAN». Mi gozo en un pozo, ya que al entrevistarme con la Secretaria de Ciudadanos -creo recordar Sra. Capó- dilató mi petición hasta el punto que a día de hoy estoy esperando respuesta, a pesar que me llegó a referir que podría formar parte de la lista de Andratx en los primeros puestos. Bastaron unas pocas reuniones para conformar la susodicha lista y abandonar el barco para darse cuenta que nadie tenía interés en la parcela que me interesaba; pude comprobar los intereses de algunos que nada tenían que ver con la auténtica necesidad de Andratx, sino con los suyos, y lo más llamativo: comprobar que algunos habían militado en el PP y algún que otro en el PSOE. No llegué al final de la última reunión en la que iba a proponerse quien iba a ser el cabeza de lista, probablemente conocido ya de antemano, porque también pensé en las supuestas maniobras y traición de muchos afiliados de Ciudadanos -publicadas al cambiar el sentido de su voto en algunos medios de comunicación- al fundador de Ciudadanos de Baleares quien estaba convencido de su victoria en las urnas, de ahí que de inmediato dimitiera.
Por lo tanto, no es de extrañar lo vergonzoso de lo sucedido en algunos lugares de toda España en un tiempo record (unas horas), preparado todo con antelación, no poca inconsciencia y poca -por no decir ninguna- ética con toda probabilidad en las cocinas de Moncloa entre Arrimadas y el presidente Sánchez. ¿Quién lo iba a decir de la líder de Ciudadanos cuando tranquilizaba, hace unos días, poco menos que negando o más bien poniendo en duda dicha posibilidad? Algo muy similar cuando a Rajoy el PNV también le tranquilizaba aprobándole los presupuestos generales del estado y el resto de partidos de izquierda, radicales, separatistas e independentistas y abertzales propiciaron la moción de censura que le derrocó de su cargo democráticamente ganado. ¡Vergonzoso y lamentable, Sra. Arrimadas!