Renuncia de la protección y defensa del derecho a la vida del no nacido del Gobierno de España

Efectivamente la vicepresidenta del gobierno de España al intentar explicar la renuncia a la protección y defensa del derecho a la vida del no nacido con la retirada de la Ley que iba a reformar la anterior  del aborto se refiere a un ideal, deseado y utópico consenso entre fuerzas políticas parlamentarias, y al igual que la mayoría de políticos, todos ellos, no tienen en cuenta la deontología, la ética, la moral, la dignidad, la vida del ser humano no nacido; lamentablemente, tanto ella como el presidente de España y los políticos del partido gobernante, renuncian a proteger y defender la vida humana concebida y en gestación en aras de supuestos cálculos políticos (una supuesta y probable pérdida de votos cara a futuros compromisos electorales), en palabras acertadas del Presidente de la CEE (Conferencia Episcopal Española) José María Gil Tamayo. En efecto, creo que se equivocan en sus cálculos porque ciertamente el padre J. Mª Gil lo deja muy claro: «NO SE PUEDE CONSTRUIR UNA SOCIEDAD JUSTA Y PACÍFICA SI NO SE RESPETAN LOS DERECHOS DE TODOS LOS SERES HUMANOS FUNDAMENTADOS EN SU DIGNIDAD INALIENABLE Y, ESPECIALMENTE EL DERECHO A LA VIDA, QUE ES EL PRINCIPAL DE TODOS». Deseo recordar asimismo las propias palabras de  Soraya Sáenz de Santamaría tras ser intimidada y acosada en su propio domicilio, que no «escracheada»: «Creo que los derechos no son ilimitados. Tienen un límite que son los derechos de los demás«. El derecho a decidir sobre la maternidad de la mujer nada tiene que ver con el derecho a la vida del «nasciturus». Es la respuesta que no se ha cansado de repetir el ministro de Justicia Alberto Ruíz Gallardon, Ministro de Justicia ya dimitido, a todas las preguntas parlamentarias que han creído, creen y siguen creyendo en un supuesto derecho de decisión de las mujeres sobre su propio cuerpo que estaría por encima  del derecho a la vida del ser humano no nacido. Coincido asimismo con Monseñor Martínez Camino en su afirmación: «No se puede decir a la mujer que quitar la vida a un ser humano inocente puede ser un derecho«.

¡¡¡Señores políticos, los anteriores, los actuales y los futuros que democráticamente puedan sucederles: déjense de consideraciones políticas y prioricen el derecho a la vida, su defensa y la protección  de los no nacidos, en especial los más indefensos y necesitados (discapacitados físicos, psíquicos y neurosensoriales)!!!