De actualidad hace unos meses e impactantes las reflexiones del senador Lankford de los EE.UU. defendiendo los derechos y la vida del ser humano no nacido denunciando el negocio lucrativo de la venta de órganos de niños abortados tras desmembrarlos en el proceso de la eliminación de su vida, y lo que es más terrible con el beneplácito de las madres, si así se les puede llamar, pues consideran a sus hijos no nacidos como simples restos o tejidos a ser utilizados en beneficio de la ciencia (falacias) y en más de una ocasión de ellas mismas a título lucrativo percibiendo importantes sumas de dinero o abortando gratuitamente a cambio de vender esos seres humanos desmembrados, recordando que no son simples ratones de laboratorio.

Lo denuncia porque le llamó la atención la defensa a ultranza, incluso con violencia, de los grupos o asociaciones defensoras que habitualmente condenan los asesinatos de caballos y ballenas orcas clamando por sus derechos pero no los de los niños no nacidos. Refiriéndose al toro de la Vega, en España, y otras tradiciones como las corridas de toros en las que el partido animalista encabeza y reivindica asimismo el derecho y la defensa de su derecho a la vida incluso con algaradas y acciones poco menos que violentas con quienes no están de acuerdo con sus postulados pero no dicen ni pío de los derechos de los niños no nacidos y mucho menos del derecho a la vida.

Se preguntaba el senador si a los americanos ¿nos importan los niños o no? A la vista de lo que viene sucediendo en España donde increíblemente también se defienden los derechos y la vida de los animales irracionales por encima de los de los seres humanos no nacidos y tras el gran fiasco por parte del partido en el gobierno, actualmente en funciones, al no proteger a los niños más desfavorecidos -discapacitados con S. de Down y otras discapacidades tanto físicas como psíquicas y / o neurosensoriales-, al tumbar irresponsablemente y por motivos políticos el proyecto de ley de Alberto Ruíz Gallardón quien pretendía acabar con una tan lamentable e insuficiente ley de modificación del aborto del anterior partido en el gobierno y sobre todo anteponer a cualquier otro la defensa y el derecho a la vida del no nacido en España, ¿nos importan los niños o no? La respuesta no puede ser más desoladora en sentido negativo.