Limitaciones de todas las personas, discapacidad y S. de Down

Extraordinarias respuestas y reflexiones de Pablo Pineda en respuesta a una entrevista. En efecto, estoy de acuerdo, hay una exageración, un exceso de etiquetar con algún trastorno mental o algún tipo de patología psíquica a todos y muy especialmente a las personas discapacitadas psíquicas. Comparto el reconocimiento de que estamos plenos de limitaciones: es como si tú -amigo Francisco Javier- no reconocieras que tienes la limitación de no poder jugar a baloncesto o quien esto suscribe quisiera correr los 100 m. lisos o ir a esquiar, por cierto me encantaría pero nunca me atrevería, me costó más reconocer que no podría ser piloto antes de saber y estar seguro que iba a poder ser médico a mis 6-7 años (también conmigo, admirado Pablo, dudaron e incluso pensaron en limitaciones físicas que iban a impedir que mi sueño se hiciera realidad).

Me recuerdas en tus respuestas a esos niños que acuden a psicólogos, a médicos de familia y psiquiatras (si los padres, siempre asustados, han seguido sus consejos o más frecuentemente los de sus docentes) preguntándose eso mismo: ¿por qué estoy en esta consulta?, ¿soy tonto?, ¿estaré loco?, … Viene a cuento el presente comentario porque es mejor no poner nombre, no catalogar, no etiquetar a ninguna patología mental de los pacientes y de un modo muy especial la de los niños, sea cual sea, y tratar las preocupaciones, los problemas del día a día, abordándolos y planteándose metas futuras para intentar ir consiguiéndolas progresivamente si nos lo proponemos: ello puede hacerse fácilmente, lograrse mediante la psicoterapia breve.

Gracias porque me habeis instado y permitido exponer también, estasMe recuerdas en tus respuestas a esos niños que acuden a psicólogos, a médicos de familia y psiquiatras (si los padres, siempre asustados, han seguido sus consejos o más frecuentemente los de sus docentes) preguntándose eso mismo: ¿por qué estoy en esta consulta?, ¿soy tonto?, ¿estaré loco?, … Viene a cuento el presente comentario porque es mejor no poner nombre, no catalogar, no etiquetar a ninguna patología mental de los pacientes y de un modo muy especial la de los niños, sea cual sea, y tratar las preocupaciones, los problemas del día a día, abordándolos y planteándose metas futuras para intentar ir consiguiéndolas progresivamente si nos lo , mis reflexiones sobre la discapacidad, destacar y gritar una vez más a los cuatro vientos lo importante que es la protección y defensa del derecho a la vida de  todas  las personas con S. de Down, indiscutiblemente muy por encima del derecho a decidir de las madres, derecho en modo alguno resuelto al cargarse el partido en el gobierno el proyecto de ley de modificación del aborto de Alberto R. Gallardón que sí protegía dicho derecho y por ende la supervivencia y protección de estas maravillosas personas.